No es mi fiesta
¡Hey, pero bueno! ¡Cuánto tiempo! Menudo ghosting, ya perdonaréis… ya sabéis, la maternidad, las oposiciones… que por cierto, tremendo desastre, qué horror… si lo sé no abro los apuntes. Al menos me queda la casi-certeza de que en septiembre nos ahorraremos la guardería. En realidad tampoco tenía nada relevante que aportar al blog, y eso de sentarse a escribir paja a veces es terapéutico, pero otras lo es más tumbarse en el sofá y echarse un Candy Crush con la tele de fondo. Que se han quemado los bosques y tal, ¿no? Algo de recalificar unos terrenos para no sé qué de poner unos molinos, dicen… Bueno, al lío. ¡San Fermín 2022! Qué ganas teníamos, eh… qué bien todo. Abusos sexuales, abuso animal… una maravilla. Los viviremos, decían, y menos mal que ya están aquí. Qué haríamos los pamploneses sin nuestras amadas fiestas… He de reconocer que de jovencita he disfrutado mucho de la juerga, pero hace ya tiempo que más allá del vermuteo no me llama en absoluto. Cuando Ibai sea mayor sup...