A mi mejor amigo de la infancia
Han pasado casi veinte años desde la última vez que nos vimos, y cada año por estas fechas no puedo evitar acordarme de ti. Jugábamos a mil cosas: a las Spice Girls, a las Barbies, a ser los personajes de la última peli que habíamos visto… no me gustaba tener que ser el chico porque tú siempre te pedías a la chica protagonista, pero hoy entiendo que lo necesitabas. Necesitabas refugiarte en esa fantasía aunque fuese por unos minutos. Necesitabas ponerte mi disfraz de Bancanieves y mis zapatitos de tacón, porque sabías que estabas en un entorno seguro, que no te juzgaría, que estabas en casa. Ojalá no te hubiera tocado ser niño en los 90. Ojalá los adultos de tu alrededor hubiesen sabido cómo abordar el tema para que no crecieras pensando que había algo mal en ti. La verdad es que siento una terrible impotencia cada vez que lo pienso y me haría muy feliz saber que estás bien. Que por fin puedes ser tú. Ni siquiera sé si eres un chico gay, una chica trans o si hoy por hoy te i...