Vomitona de sinsentidos

Buenas noches a todos, espero que hayáis recargado las pilas esta semana, que el lunes pasado fue festivo, pero mañana toca pringar.

En mi caso, como me adjudicaron una jornada del 60%, no trabajo los jueves ni los viernes, así que vivo en un mood constante de recargar batería. Estoy a un par de recibos de abrirme un onlyfans, pero lo de currar tres días y descansar cuatro mola bastante.

Y bueno, la situación ahora mismo es que empiezo a estar muy cansada y creo que en unas pocas semanas podré disfrutar de mi baja y ser una inútil absoluta. Además, como os dije en mayo, en junio me presenté al Cambridge Certificate pero suspendí, así que el 4 de diciembre me presento de nuevo y necesito ponerme a tope. Y no solo eso, que también está el tema de las oposiciones. ¿Habrá? ¿Las aplazarán? ¿Tendremos que cambiar la programación para que esté acorde a la nueva ley educativa? Ya conocéis la administración pública; es pura magia todo. Y así estamos todos deseando que llegue febrero y salga el llamamiento para hacernos una idea de cómo va a ser nuestro día a día hasta finales de junio.

Así que tampoco os penséis que me paso cuatro días semanales tocándome la vaina, que el temario no se estudia solo. Ahora estoy con las delicias de la evaluación. Hace un mes estudié el tema de la tutoría y terminé con un síndrome del impostor que flipas. No sabía que hubiese que hacer tantas cosas, menos mal que este año soy una irrelevanta de refuerzo. Ojo, que también doy valores y plástica. En el claustro existo lo justito, pero los niños me adoran (obvio, soy la profe guay que va a jugar y pintar). Para seros sincera, no echo nada en falta el ser tutora y me da mucha pereza pensar que en septiembre seguramente tenga que volver a la carga. 

Aunque ahora mismo lo único en lo que puedo pensar es que mañana tenemos cita para la ecografía y por fin vamos a ver al niño en 4D (¿O era 5D? No sabía que existiesen tantas dimensiones). Ya sé, no hay que hacerse demasiadas expectativas, que he visto alguna en Instagram y los bebés parecen sacados de Men in Black. Pero lo cierto es que estamos locos por verle en las dimensiones que sea, y que en febrero lo que menos me va a importar es si tengo que cambiar la programación o no.

En otro orden de cosas, y aprovechando que este blog está siendo una vomitona de ideas sin relación alguna, os cuento que estoy muy contenta de que mi podcast favorito del mundo, Estirando el Chicle (de la mano de Carolina Iglesias y Victoria Martín) haya ganado un premio Ondas. Os animo a quienes no las conozcáis a que os paséis por sus redes y le deis una oportunidad al podcast porque no tiene desperdicio y se merecen todo el reconocimiento que están teniendo.

Y supongo que por hoy ya vale. Se ha notado mucho que no tenía topic preparado, pero al menos me he sentado a escribir, que es algo que no puedo decir que ocurriese todas las semanas de la temporada anterior.

Mucho ánimo a todos para afrontar la semana, y volvemos el domingo que viene.






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