¿Mala suerte? Míratelo, guapi.

Antes de entrar en materia, tengo que dar las gracias a mi colega Julio de Tras el valle de Aranaz (TEVDA) por el maravilloso artículo que me dedicó el viernes. Aunque yo ya no coma carbohidratos, aunque no sepas que lo que practico es karate, aunque pienses que mi gata trae mala suerte y que me dediques el PedaZitos de mí número 13... sí, Julio, somos amigos. 

Precisamente ha sido el comentario sobre mi gata y el número trece lo que me ha inspirado para la entrada de hoy, porque he de admitir que esta semana no he estado yo muy fina. Así que el QNSDA de hoy, gracias a Julio, va sobre supersticiones (no os imagináis lo que me estoy esforzando para no rimarlo con "cojones" en el título del post). Curiosamente este martes es 13, así que me va que ni pintao.

Vamos a dar un repaso, pues, a las más típicas y que todos conocemos, y a ver de dónde vienen esas creencias tan curiosas.

Gatos negros. Por lo visto, aunque en el antiguo Egipto los gatos eran venerados como dioses, la cosa fue muy distinta para estos simpáticos bichitos en la Europa Medieval. Y es que a los iluminados de turno no se les ocurrió otra cosa que relacionarlos directamente con la brujería. Veréis, es que hemos de partir de la base de que toda mujer mayor que decidiera no casarse estaba loca y era una bruja (más o menos como ahora, pero con juicios y ejecuciones públicas). Y claro, toda vieja bruja loca necesita tener un gato (yo voy en camino, pero como tengo novio, de momento me salvo). Así que como a estas mujeres se les acababa condenando por brujas, los gatetes pasaron a ser relacionados con el mundo de la brujería como consecuencia. También hay una leyenda que cuenta que un padre y un hijo iban de viaje, y que un gato negro se cruzó en su camino. Ellos empezaron a tirarle piedras y lo hirieron (a estas alturas os podéis imaginar de parte de quién me pondría yo en esta situación), y el animalillo fue a refugiarse a una casa en la que se comentaba que vivía una bruja (que sería una solterona sin más, pero es que antes no había internet y la gente se entretenía como podía). Bueno, pues adivinad qué: al día siguiente vieron a la supuesta bruja herida y cojeando (¡Era un animago! Era la profesora McGonagall), y claro, blanco y en botella; tuvieron que ir alcahueteando por el pueblo diciendo que las brujas por las noches se convertían en gatos para poder andar a sus anchas (como la gente trataba con tanto respeto a los gatos, era lógico, quién no iba a querer ser un gato para que lo jodan a pedradas...). A mí me parece cachondísimo que estas cosas fuesen asumidas como la verdad absoluta en aquella época y después quemasen vivo a un tío porque decía que la Tierra se movía. Qué queréis que os diga, ojalá viajar en el tiempo y ponerles Twitter

Triscaidecafobia. Una de las supersticiones más famosas es sin duda todo lo referente al número trece. Todo parece indicar que el origen de esta creencia es religioso; en la última cena fueron 13, y no hace falta decir cómo acabó aquello. Además, según la mitología vikinga, Loki fue el 13º dios, y debió de ser bastante cabroncete (yo es que fui a ver Ragnarok al cine, por cumplir como novia y no terminar siendo una vieja solterona con un gato negro, pero se ve que no hice mucho caso). Esto se reflejó más tarde en la religión cristiana, que registra a Satanás como el ángel número 13 (además, el capítulo 13 del Apocalípsis de San Juan está dedicado a este). A ver, entre tú y yo, te digo que el origen es bastante decepcionante, pero he estado mirándome la Wkipedia y he encontrado cada ejemplo sobre esto que vaya, te caes de culo. Menuda fantasía, ojo:

  • Muchas aerolíneas no tienen fila 13, simplemente saltan de la 12 a la 14.
  • No hay nadie que tenga un DNI que empiece por 13 (ni lo ha habido), porque Franco se puso el 1 (qué típico) y los de su familia se quedaron con todos los números de un solo dígito. El rey emérito, aunque ahora mismo le sirva de poco, tiene el número 10, la Sofía el 11, la infanta Elena el 12 y para el de la Cristina saltaron al 14 (del príncipe no dice nada).
  • El Apolo 13 fue lanzado a las 13:13 del 11 de abril (¡Ojo, que estamos de aniversario!) y explotó. Pero no murió nadie, así que chica, tampoco me parece a mí que esto sea señal de mala suerte sino todo lo contrario.

Romper un espejo. Si googleas el por qué de esta superstición, así de primeras, te saldrá lo siguiente: En muchas culturas se cree que romper un espejo es sinónimo de mala suerte. Esta teoría viene de la creencia romana de que la vida se daba en ciclos de siete años, así que más tarde, cuando hubo espejos de vidrio, surgió el mito de que al romper un espejo, el alma se quedaría encerrada entre los pedazos rotos. ¿Pero qué es lo que queremos aquí, rigor y exactitud? Obviamente no. Queremos dadaísmo y fantasía; porque como dice Ter, el rigor y la exactitud ya se la pediremos al médico que nos opere. Así que voy a quedarme con otra versión que he encontrado rebuscando un poco más (tenéis todas las fuentes al final del artículo, porque una es muy suya, pero muy de dar créditos también). Según El confidencial, esta superstición empezó en Italia en el siglo XVI, cuando empezaron a hacerse populares los espejos elaborados a base de vidrio y una lámina de plata, que eran un capricho al que no todos podían acceder. Así que las señoronas de la época tuvieron la gran ocurrencia de decirles a sus sirvientes que se andaran con ojo, que como se les rompiera el espejo, tendrían que trabajar gratis durante años para poder pagar los daños. Y claro, la esclavitud no mola. Lo de los siete años fue cosa del boca a boca, se cree que por el peso que tiene este número en la cultura popular. Desconozco el trasfondo político de este periódico, pero ha utilizado la saga de Harry Potter como ejemplo del uso del número 7 y ya por ello cuenta con toda mi simpatía.

Bueno, soy consciente de que me dejo muchas, pero qué queréis que os diga... la gente está fatal. Tal vez este tema dé para una segunda parte, en la que me gustaría incluir supersticiones que no nos resulten tan familiares, de otras partes del mundo y que se sigan poniendo en práctica. Ella, reportera de investigación.  Os animo a que me digáis si creéis en algo de esto o si habéis tenido alguna experiencia que os haya hecho pensar que puedan ser ciertas. 


FUENTES:

https://www.kiwoko.com/blogmundoanimal/mala-suerte-gatos-negros/ 

https://es.wikipedia.org/wiki/Triscaidecafobia

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-03-16/fascinante-historia-supersticiones-famosas_2493868/


MEMES:




Leire Muñoz

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