Los celos, las rupturas y el filtro femiprogre

La primera entrada de este blog va dedicada a un hecho que, si bien hace varios meses tuvo gran repercusión entre quienes vemos La isla de las tentaciones (y entre quienes lo ven y dicen que no), hoy es algo de lo que ya nadie habla.

No he dado mi opinión sobre esto más allá de mi entorno cercano, en persona o por WhatsApp, porque absolutamente todo el mundo en redes parecía opinar lo contrario a mí, y aunque sea una irrelevanta de libro, me daba pereza explicarle a la gente lo imbécil que es.

Se trata del incidente entre Melyssa y Tom, que, como la mayoría recordaréis, fue una fábrica de memes (sin llegar a la altura de "¡Estefaníaaaa!"). Y es que la inocente y dulce Melyssa no tuvo mayor ocurrencia que buscar la casa donde se hospedaban los chicos para ir a decirle a Tom, entre berridos y sin dejarle explicarse apenas, que era un hijo de puta y que ya se la podría follar a gusto (a Sandra) porque la relación se había terminado. Recapitulando, Sandra era la soltera que le había echado el ojo a Tom y con quien tonteaba para intentar que cayese en la tentación, cosa que hasta el momento NO HABÍA OCURRIDO, por mucho que ella se empeñase en buscarle cinco pies al gato en cada vídeo que le ponían.

¿Qué ocurrió a partir de ahí? Que Tom estaba humillado, y soltero, y se enrolló con Sandra. En este momento de la historia puedes pensar "Bueno, anda que no perdió el tiempo, si se liaron esa misma noche es que ya lo estaba deseando de antes y se  aprovechó del tabardillo de Melyssa para poder hacerlo". Vamos a ver, cariña, que te explique una cosa: Tom, desde el momento en que la puta desquiciada esa aparece entre los matorrales a cagarse en toda su estampa y pronuncia las palabras "esto se ha terminado", se queda soltero y puede hacer lo que le salga de las pelotas. Y esto es así, en los realities y en la vida real también. ¿Quieres que te guarden luto? Muérete.

Y lo mejor de todo esto es que la tía, después del espectáculo lamentable que acaba de montar, vuelve a casa, donde todas la reciben como si fuese una veterana de guerra, y ya se le ve mucho más tranquila. "Voy a demostrarle a mi novio (WTF?) que es posible pasárselo bien respetando a la pareja", dice, tan pancha, ella, en sus mundos de Yupi. ¡¡¡QUE LE HAS DEJADO TÚ!!! Loca. Y bueno, entre otras cosas lamentables, podemos oír a Melyssa decir al resto que ya se siente mucho más en calma por haberle dado el toque a Tom y que seguro que a partir de ese momento ya empieza a comportarse, además de mirar a cámara diciendo "Tom, tú me quieres" y sonriendo de oreja a oreja (y dándonos muchísimo cringe a la audiencia que sabemos que Tom está ya en ese momento dándose el filetazo con Sandra).

Y claro, pasan los días, llegan las hogueras, y la muchacha que no se ha enterado de que no tiene novio (y mira que lo dejó ella, yo es que flipo con esta persona) ve los vídeos en los que Tom y Sandra se enrollan y en el que él dice que con Melyssa todo era demasiado complicado y que quiere aprovechar el tiempo que le quede en la casa para disfrutar y conocer a Sandra. Drama. Mucho drama. Hoguera de confrontación y a casa los dos.

Bueno, que tampoco os penséis que a mí estas historias me quitan el sueño ni nada, símplemente me parece que hemos llegado a un nivel de  condescendencia muy heavy con tal de ir de guays y de progres (no seré yo quien diga que Mediaset se las quiere dar de woke... os recuerdo que hace apenas unos años perdieron bastantes patrocinadores a raíz de que saliera a la luz cómo el súper de Gran Hermano hacía presenciar a una de las concursantes cómo un compañero de la casa abusaba sexualmente de ella mientras estaba ebria y grabaron su reacción. Quizás ahora su plan de lavado de cara consista en victimizar a cualquier mujer por muy indeseable que sea su forma de actuar. Pero eh, que no seré yo quien lo diga, aclaro de nuevo). 

Por lo visto ser una chica joven insegura, dramática y emocionalmente dependiente te da carta blanca para prácticamente cualquier cosa en televisión. Por eso, quizás, no se le dio apenas importancia a que irrumpiese en la otra casa de la forma que lo hizo, sin haber visto a su novio hacer absolutamente nada con la otra y le soltase todas esas barbaridades con total impunidad. 

Así las cosas, Tom pasó a ser el infiel y sin valores a ojos de una audiencia que aplica el filtro femiprogre hasta límites que rozan lo absurdo (sí lo digo). Me parece vergonzoso que se tratase de justificar a esta tía y se la juzgase como a una niña tontita en lugar de como a la adulta que es. Habría que ver cómo hubieran reaccionado si el que hubiese entrado gritando "Eres una hija de puta" fuese él. Ahí lo dejo.

* Friendly reminder: la sororidad trata de apoyar a una mujer cuando sufre cualquier tipo de injusticia por su condición de mujer, independientemente de que te caiga bien o mal. Si porque sea mujer le quitas importancia al hecho de que esté faltando al respeto y humillando a su pareja públicamente, no eres feminista, eres gilipollas.

Y basta ya de hablar del tema, que además de no importarle ya a nadie, me estoy poniendo de mala hostia solo de rememorarlo. Os dejo abajo algunos memes para terminar con buen sabor de boca.









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