Hezbalife

¿Te gustaría sentirte con más vitalidad? ¿Quieres perder esos kilillos de más que has ganado en las fiestas y que arrastras desde la cuarentena? ¿Imaginas lo que sería verte bien y además formar parte de una comunidad que cuidará de ti y te hará un seguimiento para que consigas tus objetivos? ¡Ellos son lo que buscas! Se acabaron las tardes de domingo incrustada en el sofá hartándote de Donettes mientras evitas mirarte al espejo y retrasas la ocasión de ir a comprarte unos vaqueros nuevos; ahora serás la persona que siempre soñaste ser. Este nuevo estilo de vida te dará las herramientas necesarias para crear hábitos saludables, además de darte unos ingresos extra. ¿Quieres saber cómo? Continúa leyendo.

Para empezar, debes sacarte de la cabeza la idea de que para hacerse cargo de la situación emocional y física de alguien es necesario tener algún tipo de titulación superior. No, tú no necesitas la ayuda de un psicólogo que te guíe para desarrollar tu autoestima y tu realización personal, de la misma forma que no necesitas acudir a un endocrino o un nutricionista titulado para que te diseñe una dieta acorde a tus necesidades. Tú lo que necesitas es un coach nutricional, alguien que haya recibido unas horas de formación de la empresa de turno que le haya dejado bien claro cómo encasquetarte sus productos y convencerte de que sustituir dos comidas al día por estos batidos es la solución a todos tus problemas. Es muy fácil, solo tienes que poner "Hezbalife" en el buscador de Instagram, y acto seguido aparecerán un sinfín de perfiles que trabajan en solucionar la vida de los demás. Elige el que más feliz parezca, ¡Y al ataque!

Una vez que te hayas hecho con un buen coach, hazle caso en todo. Lo más seguro es que te ofrezca un estudio de salud completamente gratis; no te sorprendas, en esta comunidad son así de generosos. Tú concreta día y hora y preséntate allí (en su casa, en unas oficinas en las que seguramente el nombre de la marca no salga por ningún lado, en una bajera, en el sótano de una peluquería de perros clandestina... qué más da, el establecimiento es lo de menos) con la mejor de tus sonrisas. Más tarde aprenderás que la actitud lo es todo en la vida, y que con una sonrisa y la predisposición adecuada, todo se puede. Llegará un momento en el que te mida, te pese y llegue a la conclusión, basándose en sus conocimientos de formación de hora y media, de que tienes sobrepeso. Pero no te preocupes, ellos te enseñarán cómo salir de esa vida de gorda loser y conseguir llegar a ser tu mejor versión. Ya lo han hecho con otras gordas fracasadas antes, de quienes guardan los antes y después en sus stories destacadas. Ahí puedes ver a Mariloli de Alcobendas, hace tres años en el sofá de su cuñada calzándose una pizza familiar con una Coca-Cola Zero (porque ella era gorda pero ya sabía que tenía que empezar a dar el paso hacia la vida sana y la plenitud) junto a otra foto en la que sale la misma Mariloli, que sigue viviendo en Alcobendas, pero ahora está más delgada y tiene cara de estar pasándoselo chupi con sus amigos nuevos de Hezbalife en un evento de Gandía. La cuñada también fue al evento, pero como todavía no se le notaba el cambio, le pidieron que sacara la foto. Ya si eso la próxima.

Estás motivada, te has gastado medio sueldo de un mes en batidos, pero sientes que la vida te sonríe. Además, si hablas con la gente de tu entorno y les abres los ojos, te harán descuento y entonces no tendrás que elegir entre comprar más batidos o apuntar al niño a futbito. Quieres trabajar sin horarios, desde casa, ser tu propia jefa. Convencer a más gente de unirse al equipo, seguro que es fácil, ¿Quién no iba a querer mejorar su calidad de vida, ser más delgado y ganar un dinerillo extra? Está chupao. Buscas a Mariloli de Alcobendas en Instagram para haceros amiguis y compartir resultados, pero no está. Más tarde te enteras de que no pudo conseguir sus objetivos y tuvo que volver a su vida de gorda mundana. Seguro que no le dedicó el esfuerzo y tiempo suficiente. Tú te vas a comer el mundo. Bueno, te lo vas a beber en forma de batido. ¿Sabías que tienen todos los nutrientes necesarios para mantenerte sana y además cagar purpurina? Y tú yendo al rastro todas las semanas, hay que ver, lo que es la ignorancia... 

Pasa el tiempo y notas que algo no te cuadra, pero te niegas a verlo y sigues a lo tuyo. Porque tu coah acaba de subir una story en la que cuenta que está agotada, que lleva todo el día organizando eventos y formación para nuevos miembros, pero que todo esto compensa, que está muy contenta y que dentro de poco por fin podrá hacerse el blanqueamiento anal con el que tanto tiempo lleva soñando. Detrás, en la pared del estudio, luce una foto de su familia en el jardín. Todos llevan ropa blanca, están tumbados en el césped y parecen realmente felices. Tú quieres eso; quieres un chalé con jardín, un marido que monte muebles del Ikea y una foto en la que parezca que vais puestos de LSD. Porque puedes, porque si ella pudo, tú también. Así que evitas preguntarte por qué la gente del pueblo se cambia de acera al verte o por qué cuando te acercas a saludarles fingen estar hablando por el móvil. Cuando hablas con los compañeros del equipo, parece de lo más sencillo: abres la agenda de contactos, eliges a cualquiera que pueda encajar y le propones tomar un café. Pero se ha corrido la voz y todos saben que te la suda su vida, que lo único que quieres es captarlos para Hezbalife. 

No entiendes nada... Es como si la gente no quisiera escuchar que está gorda. Como si ser miembro de Hezbalife no te diese potestad para valorar la salud física de alguien. Como si haber entrado en el equipo no fuese suficiente para poder decirle a la gente cuál es la mejor manera de ganarse la vida y sentirse bien consigo misma. Ellos verán, si quieren seguir siendo gordos, quedando con sus familiares y amigos para comer y reírse, sin ningún interés más allá de ello, que hagan lo que quieran. Así nunca conseguirán verse bien, seguirán dándose atracones y culpando al metabolismo de su obesidad. No como tú, que a estas alturas ya lo tienes todo, ¿Verdad?

¿Te gustaría sentirte con más vitalidad? ¿Quieres perder esos kilillos de más que has ganado en las fiestas y que arrastras desde la cuarentena? Coge las riendas de tu salud mental y ve a terapia. Coge cita con tu médico y dile que te preocupa tu salud y que necesitas que te derive a un profesional en nutrición. No necesitas más. De nada.





Leire Muñoz

Comentarios

  1. A mi cuando se enteran de quien soy no me dejan hacerme el estudio gratis... Y mira que lo he intentado!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Mala suerte? Míratelo, guapi.

Solo sé que no sé nada

Lo peor de la Navidad