El monólogo de @soyunapringada en los premios Feroz

Desde que vi en Instagram la publicación de Esty Quesada (@soyunapringada) en la que decía que le habían borrado el vídeo de su monólogo en los Feroz por violencia, supe que el QNSDA de esta semana iba a tratar de eso. Para empezar, creo que la censura es algo de lo que, estemos de acuerdo o no, todos deberíamos ser conscientes. Y además, yo amo a Esty por encima de todas las cosas y cualquier evento que tenga que ver con ella es digno de mención en este blog.


Comencemos aclarando qué son los premios Feroz. Yo he tenido que documentarme, porque hasta que no he visto que participaba ella, no me han interesado lo más mínimo (tampoco voy a venir yo aquí a dármelas de culta). Los Feroz son unos premios, en los que además de premiarse contenido cinematográfico, también se presentan productos televisivos. Se celebran, como cualquier gala de premios, con el objetivo de valorar la calidad del contenido que se ha producido este año, con la diferencia de que en esta ocasión se hace de la mano de críticos e informadores, que tuvieron esta iniciativa para dar voz, supongo, a productos que se dediquen a fomentar la crítica y la divulgación. 
Partiendo de esta base, no es difícil de entender que contasen con la colaboración de Esty. Yo estoy segura de que quienes la invitaron a participar y le dieron libertad para llevar a cabo su performance sabían perfectamente lo que estaban haciendo. Aun así, y observando la actitud incómoda que tuvo la mayoría del público durante parte de su monólogo, podemos asegurar, una vez más, que el mismo producto puede tener resultados muy distintos dependiendo de la plataforma en la que sean expuestos.


Esta maravilla de casi siete minutos de duración empieza con la Esty que todos conocemos, en su actitud de siempre, saludando y dando la enhorabuena a las nominadas por Patria (sí, a las nominadas, en femenino). Ahí es donde yo sospecho que empieza el escozor de huevos, ¿Cómo que nominadas? ¿Es que acaso en esa serie no hay actores masculinos? ¿Es que ellos no han hecho un buen trabajo por el que merezcan la nominación? Que sí, chico, que no me cuentes tu vida. Nuestra pringada sigue su actuación puntualizando que, como ella es de Barakaldo, tiene total legitimidad para hacer chistes sobre ETA, cosa que ellos (el público), no. El discurso empieza a tomar un tinte nostálgico, y habla de recuerdos de su niñez relacionados con la kale borroka y el terrorismo en general,  como por ejemplo, que el hecho ver una mochila tirada en un parque pudiera suponer un aviso por amenaza de bomba. Esty comenta que tenía un chiste sobre ETA volviendo a las armas, pero que se lo han quitado, porque, textualmente, “parece que una ya no puede hacer un chascarrillo sin que la metan en la cárcel”. En este momento el público estalla en aplausos, condenando la censura, y supongo que también por lo acontecido con Pablo Hasel. Cierra este tema contando que una vez, estando en el Zara con su madre, tuvieron que quedarse en la tienda encerradas debido a los disturbios que se habían desencadenado por la kale borroka. “Fue la vez que más tiempo he pasado con mi madre en toda mi vida”, dice con absoluta determinación.


Y es que, los que seáis seguidores de @soyunapringada (que espero que seáis todos los que estéis leyendo esto, porque si no, vaya cuadro… no sé qué hacéis en internet, la verdad) sabréis que la relación con su madre no es buena, entre otras cosas, porque no ha sabido identificar que su hija necesitaba ayuda cuando más la necesitaba. En uno de sus podcasts (Club de fans de Shrek, que me parece ya hasta ofensivo tener que decir cómo se llama su programa, poneos las putas pilas, en serio), en el que habla sobre el suicidio, dice que si algún día se quedase sin dinero y sin amigos y se viese obligada a volver a Barakaldo con su madre, se mataría, y que de hecho le da mucha paz saber que el día en que eso pase va a dejar de existir. Os recomiendo mucho que lo escuchéis.

A estas alturas el público ya está calentito, ya ha conseguido llevarlo un poco más a su terreno y se la ve más cómoda y confiada. Concluyendo la actuación, como no podía ser de otra forma, empieza a humillar a El hormiguero. “¿Cuántos de aquí habéis ido a El hormiguero? Levantad la mano. No tengáis vergüenza, venga; me llamo Esty y he ido a El hormiguero… ¿Cuántos de aquí os seguís recuperando del trauma de haber ido a El hormiguero?” pregunta mientras sigue con la mano en alto. Nos cuenta que en un grupo de Facebook de su barrio de Barakaldo se comentó su aparición en este programa, y algunas personas no estaban de acuerdo con ello, ya que según ellas, había gente con más talento en Gurutzeta para llevar a El hormiguero antes que a Esty (E N    F I N). Ella, por su parte, termina diciendo que se considera nueva en todo esto de ser actriz, pero que cumple los requisitos básicos: unirse a la iglesia de Satán (pagando 15€), probar la cocaína (gratis, como los del público) y ser falsa (“Mirad qué bien me sale: sois todos maravillosos, buenísimos actores, merecéis la nominación y España os quiere mucho”). Simplemente brutal.

La verdad es que no creo que pueda sacar una conclusión de todo esto que esté a la altura de lo que esta persona está haciendo, tanto desde su canal de Youtube como desde sus redes sociales. Lo único que tengo que decir al respecto es que siento una gran alegría de pensar que hoy se le da espacio a este tipo de gente, que han llegado a nuestras pantallas y se han follado a la heteronormatividad tóxica que ha dominado los medios desde que tenemos uso de razón. Más allá de la imagen que se pueda tener de ella a un nivel Boomer, debemos hacer un esfuerzo por abrir la mente y darnos cuenta del beneficio que supone tanto para nosotros como para las siguientes generaciones que existan referentes de este tipo. Grande @soyunapringada. Grande Esty.













Leire Muñoz

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